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#2. Bogotá, 1948

Por: Norah Coransky

E l 22 de mayo de 2018, el profesor Luis Jairo Montoya, de la Pennsylvania State University, asistió a la 22nd Anual Conference of Latin American History, organizado por la Universidad de West Virginia. Allí presentó la conferencia “Nuevas luces sobre el 9 de Abril de 1948 en Bogotá: Apuntes biográficos sobre Juan Roa Sierra”. La conferencia tuvo una asistencia nutrida, sobre todo de estudiosos del mundo anglosajón. Fue ampliamente comentada y discutida. Sin embargo, para el otoño del siguiente año, cuando fueron publicadas las memorias del evento, el profesor Montoya fue él más sorprendido al ver que ni siquiera le habían avisado de su no inclusión en dicha compilación.

Es por eso que hoy, golpeado por una repentina parálisis, el profesor Montoya decidió enviarnos un extracto de su conferencia para que el mundo conociera sus hallazgos. Por medio de uno de sus estudiantes, nos remitió la transcripción de la única grabación, fragmentaria existente del evento. Presentamos aquí una traducción de dicha transcripción.

Entre el 14 de junio y el 8 de julio de 1948, los señores John Beveridge, Louis Tansill y Norman Smith, agentes de Scotland Yard, estuvieron en la ciudad de Bogotá. Fueron invitados por solicitud del Ministerio de Relaciones Extranjeras y el Ministerio de Justicia, con el fin de realizar una investigación en torno al asesinato, tres meses antes, del candidato liberal a la presidencia de aquel año, Jorge Eliecer Gaitán.

[En esta diapositiva se puede apreciar una de las cartas de invitación firmada por el entonces embajador].

El gabinete estaba compuesto por ministros, en su mayoría conservadores, pero la investigación era liderada por un abogado de conocidas tendencias liberales, por lo que había un celo para que la investigación fuera lo más imparcial posible.

Los investigadores estuvieron cerca de un mes en la ciudad, sin embargo, sólo se limitaron a analizar los archivos de la investigación realizada por los órganos colombianos, al mejor estilo del Dupin de Poe. Cabe aclarar que nunca tuvieron accesos al archivo de los informes realizados por la policía sobre su actuar en los hechos subsiguientes al asesinato.

La información sobre esta visita fue desclasificada hace un par de años. Aquí vemos una imagen de la carta enviada por Gilbert Shuckburgh, encargado diplomático de la misión.

Entre los datos analizados por los investigadores, se resalta el contacto de Roa Sierra con un supuesto quiropráctico de origen alemán que por entonces, entre 1946 y 19448, residía en Bogotá. Para esa época, como ustedes saben, la mayoría de alemanes residentes en la América del sur habían emigrado con el beneplácito de las potencias triunfadoras de la Segunda Guerra Mundial: EEUU, Francia e Inglaterra. Según el informe de Scotland Yard, dicho quiropráctico habría dirigido a Roa Sierra a la orden Rosacruz por las supuestas inclinaciones místicas de este. Acto seguido, Roa Sierra se puso en contacto via carta con la sede de la Orden, ubicada en San José, California.

Al contrastar dicha información con los registros postales del servicio de correos colombiano, única fuente a la que se puede tener acceso al respecto hoy en día, la dirección a la que Roa Sierra remitió sus cartas no corresponde con aquella en donde estaba ubicada la sede de La Orden Rosacruz desde la década de 1920, en el 1600 Park Avenue de San José.

[En la imagen puede verse un folleto promocional de la orden, junto al registro postal de envíos intercambiados por Roa Sierra].

Por supuesto, en aquella época no existían recursos que le permitieran a un ciudadano del común, como Roa Sierra, cerciorarse de que la dirección a la que enviaba sus cartas, probablemente suministrada por el quiropráctico, fuera la ubicación oficial de la Casa de la Orden.

Así pues, si contrastamos los registros de uso del suelo de la Municipalidad de San José, y los directorios telefónicos de la década de 1940, vemos que la dirección con la que Roa Sierra intercambiaba correspondencia era para la época no más que una bodega, ubicada en el 2855 de El Camino Real Avenue.

[En la foto se puede apreciar a su servidor, frente a la bodega, hoy en día ocupada por una tienda Target].

Pero, para ese entonces, dicha bodega era propiedad de Smithson & Sons, una empresa local de propiedades. Esta era rentada usualmente a nada más y nada menos que la United Defense Industries, antes conocida como Food Machinery Corporation, una importante empresa de la región que durante la Segunda Guerra Mundial fue la encargada de proveer insumos de guerra al ejército estadounidense. Así, por ejemplo, desde dos décadas antes allí eran producidos parte de los insumos militares y de consumo general empleados en las instalaciones de la United Fruit Company, en el caribe colombiano.

Ahora bien, ¿qué hace una empresa de aprovisionamiento militar escribiéndole a un desequilibrado ciudadano bogotano, que además se había puesto en contacto por sugerencia de un supuesto quiropráctico alemán?, ¿era acaso él también un insumo de guerra?

De esta forma llegamos a lo que más me interesaba presentar ante ustedes hoy, el siguiente hallazgo, proporcionado por la valiosa labor investigativa de mi colega Mariluz Hincapié, del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Francisco José de Caldas. El arduo trabajo de la profesora Hincapié y sus estudiantes en el Archivo General de la Nación, de la ciudad de Bogotá, arrojó esta carta, conservada en el archivo personal de la hija de Roa Sierra, el cual fue adquirido luego por un coleccionista privado y, finalmente, donado al AGN.

La carta mecanografiada que pueden ver en la siguiente diapositiva dice:

Hermano Juan,

Te saludamos fraternalmente y te acogemos en el camino de la iluminación que, vemos, has comenzado con mucho empeño.

Celebramos que tengas ese compromiso no solo con tu espíritu, sino con el de tu pueblo. Te podemos decir desde ya que solo los grandes hombres son capaces de albergar grandes sentimientos como los tuyos, y por medio de ellos alcanzar la sabiduría última.

Por lo que nos cuentas, ya has avanzado en el ejercicio de la introspección trascendental bajo la guía del hermano Schiessen.

Tienes la entereza y la valentía para alcanzar la iluminación que mereces. Recuerda que a nuestros miedos es preciso enfrentar, porque la sociedad no hace más que ponerlos frente a nosotros para paralizarnos.

A veces es necesario incluso deshacerse de esos obstáculos que nosotros mismos colocamos delante

Por ahora, a partir de los datos personales que nos refieres, podemos indicarte que tu elemento para el presente ciclo planetario es el fuego. Debes pensar siempre en la harmonía numérica:

3 4 3


Hasta aquí nuestra revelación de hoy queridos lectores. ¿Sorprendidos? Juzguen ustedes.

Imagen creada con https://nightcafe.studio/

Corchete

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